Ulises Ortegoza: «Ahora somos campeones para toda la vida»

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El último penal fue un estallido. Un grito contenido que se fundió con el de miles de almas que esperaron ese momento. El campo de juego, tapado por abrazos, lágrimas y puños apretados, fue el escenario de una consagración épica y soñada: la de Talleres frente a River en la Supercopa Internacional, el primer título en el fuero local para los cordobeses. “A muchos de nosotros nos tocó ganar este primer título de forma profesional y es una alegría inmensa. Ahora somos campeones para toda la vida”, dice Ulises Ortegoza casi como si reviviera en la charla con Olé lo que sintió en Asunción de Paraguay. Y que ahora con ese impulso anímico intentará trepar también en el Apertura: ante Sarmiento, otra prueba para hacerlo y escalar tras el empate ante Central.

Aunque, claro, la noche del título ante River todavía arde en la memoria de Ortegoza. “Nos unimos entre todos y dijimos: ‘Esto lo sacamos adelante juntos sí o sí’. Estábamos muy convencidos y esa convicción nos llevó a jugar un partido muy duro en el que siempre propusimos nosotros”. La fe inquebrantable de un equipo construido a base de sacrificio, que ahora, tras levantar el título, puede gritarle al mundo que valió la pena.

“Lo veníamos buscando desde hace mucho tiempo”, insiste Ulises, quien si bien se enfoca en Sarmiento no deja de recordar aquella gloria tan cerca, todavía. “A veces nos quedábamos a un paso, siempre tropezábamos en las finales. Pero la verdad es que este equipo es muy unido y se lo merecía. Le dimos una alegría a la gente, que siempre estuvo ahí, y a nosotros también, porque nos quitamos una mochila muy pesada”. Sentimientos que hacen que esa estrella invaluable no solo haya sido “un logro futbolístico, sino personal”.

Talleres campeón.

La decisión de quedarse

Ortegoza es feliz en Talleres. Tanto que incluso cuando fue tentado para emigrar, se quedó. “Había muchos clubes interesados, y es normal que en esas situaciones se hable mucho en los medios. Algunos pensaban que quería irme, pero yo tomé la decisión de quedarme porque conocía la importancia de este año para el club”, destaca. “Hablé con mis compañeros después del partido con River y les dije que la verdad fue la mejor decisión que pude haber tomado y estoy muy contento”.

El mediocampista de la T tiene contrato hasta diciembre del 2027.

Ortegoza no puede dejar de lado lo más reciente, el festejo, la gloria y el presentimiento que tuvieron tanto él como sus compañeros cuando Gonzalo Montiel erró el primer penal de su carrera. “¡Uf! Cuando eso pasó nos mirábamos entre nosotros y pensábamos: ‘Puede ser que esta sea la nuestra’. Él, que nunca había errado con penales tan pesados en su carrera, nos dio fe”. Sin embargo, tras ese tiro elevado, Ulises sufrió: “Estaba convencido de patear a un lado, a último momento cambié y cuando erré, se me vino el mundo abajo. Todos pensábamos que era el final, porque si ellos convertían, se terminaba todo”. Tras la atajada de Armani, Ulises rápidamente se dio la vuelta, agachó la cabeza y, con los brazos en jarra, caminó hasta donde estaban sus compañeros. “Cuando llego al medio de la cancha, lo único que se escuchaba era a todos los chicos diciéndome ‘no pasa nada, no pasa nada, tenemos fe, tenemos fe’”. Y las plegarias sirvieron:Colidio falló y el resultado ya es historia.

“En una final uno se prepara de una forma distinta, más mentalmente que tácticamente. Yo creo que por nombres, River es el mejor equipo por lejos del fútbol argentino”. Pero los nombres parecen no haberle pesado a la T, que fue a buscar el partido siempre con la frente en alto. El equipo estaba mentalizado. “Esto es para la gente, que se lo merecía. Es una hinchada muy pasional, muy seguidora, a donde juguemos están en las tribunas. Y también es un alivio para nosotros y un gran orgullo para el club por ganar el primer título de AFA”, dice y se le escapa una risa porque Talleres sonríe. Y Ulises también.

El recuerdo de sus abuelos

Ortegoza está feliz. El título que ganó con Talleres lo remontó a su infancia, a las tardes de baby fútbol en las que sus abuelos lo acompañaban y lo vieron dar sus primeros pasos. Hoy ya no los tiene con él físicamente, pero los sigue sintiendo cerca. “A uno lo perdí hace mucho y a otro hace muy poquito.Los dos fueron personas muy importantes en mi vida y al salir campeón no puedo no acordarme de ellos. Yo le hice la promesa a mi abuelo paterno de que iba a jugar en primera y se lo cumplí y ahora que soy campeón seguramente está muy feliz”. Ahora, él está enfocado -como todo Talleres- en sostenerse en esa costumbre de gloria. Descontar puntos y alcanzar -primero- la clasificación a la segunda ronda. E ir luego en busca de otra consagración.

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