Nestlé activó despidos y mantiene paralizada la producción en Córdoba

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Crisis de las alimenticias: Nestlé activó despidos y mantiene paralizada la producción en Córdoba

La empresa frenó por completo la actividad en su planta de Villa Nueva. Argumentó un «sobrestock» importante por baja de consumo y aplicó ajustes laborales

17/03/2025 – 11:45hs

Las «peso pesado» de la producción de alimentos y el agronegocio atraviesan una instancia operativa y comercial crítica, y se suceden las novedades que dan cuenta del momento negativo que golpea a estos nichos. En ese sentido, y en simultáneo a las dificultades que atraviesan firmas como Granja Tres Arroyos, SanCor, Vicentin o Los Grobo, la multinacional Nestlé mantiene paralizada su actividad en su planta de Villa Nueva, en la provincia de Córdoba, y activó una serie de despidos que podría desembocar en un cruce potente con los gremios del segmento. A principios del mes pasado, la firma dispuso vacaciones para todos sus empleados por la baja en las exportaciones y la caída del consumo local de lácteos.

A tono con este escenario, la compañía efectuó 10 despidos en esa misma planta y la medida redundó en la intervención de la cartera de Trabajo, que viene de convocar a una audiencia para conocer los planes de Nestlé.

En el ámbito alimenticio anticipan que la compañía aplicaría al menos otros 8 despidos, y también se reconoce que esa medida mantiene en vilo al Sindicato de Trabajadores de la Alimentación y el Comercio (STIA), que podría activar medidas de fuerza junto con otros gremios.

De acuerdo a fuentes del segmento industrial, suman 183 los empleados de Nestlé que aún se mantienen bajo el régimen de vacaciones forzadas.

Según indicaron fuentes de Nestlé en febrero pasado, la compañía tomó la decisión de imponer un freno en Villa Nueva hasta tanto se reduzca el «stockeo» de productos que viene generando la caída del consumo y la menor exportación.

«La planta de Villa Nueva está programando la suspensión temporaria de la producción durante el mes de marzo, debido a la necesidad de reducir los volúmenes de producción principalmente por una baja en las exportaciones y una adecuación a la demanda local», indicó la firma.

«Es por ello que la planta está procediendo a realizar la asignación pendiente del goce de vacaciones a sus colaboradores, correspondiente al periodo de 2024, e informándolo con los 45 días de anticipación requeridos por la legislación vigente», añadió.

Desde Nestlé también se remarcó que la medida «es de carácter temporal», y que tendrá vigencia hasta «finales de marzo». Sostuvo que el pararte «tiene como objetivo principal minimizar el impacto para los colaboradores, la operación de la fábrica y la cadena de valor».

Ubicada a unos 150 kilómetros de Córdoba capital, la planta de Villa Nueva produce leche en polvo entera e instantánea, leche en polvo descremada y lácteos UHT, esto es, a partir de tratamientos a altas temperaturas.

En la vereda de enfrente a esta medida, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Villa María expresó su rechazo a las vacaciones forzadas establecidas por Nestlé y manifestó que la disposición de cuenta de «una precarización laboral», además de mencionar a los empleados de la firma como «variable de ajuste» en un contexto de ventas en baja.

Nestlé, otra de las alimenticias en problemas

La multinacional atraviesa un momento de rojo operativo y comercial que la emparenta con las dificultades que también mantienen de «capa caída» a empresas como Granja Tres Arroyos, SanCor, Verónica o Vincentin.

Si bien cada compañía presenta particularidades propias en términos de complicaciones financieras –con endeudamientos y déficits comerciales de años–, lo cierto es que los cambios estructurales aplicados a la economía sobre todo durante 2024 impactaron en más de una situación.

En el caso de las alimenticias, y más particularmente en lo que refiere a las compañías lácteas, 2024 concluyó con una merma en el consumo de, precisamente, lácteos y derivados cercana al 10% y ese indicador, combinando con la menor exportación, también pegó de lleno en la caja de ese sector.

El combo de complicaciones se completa con una suba en los costos operativos que, si bien desaceleró al ritmo de la menor inflación, aún representa una carga muy pesada para empresas que arrastran dificultades financieras profundas y la falta de capitales frescos para reducir sus respectivas deudas.

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