Triunfo pírrico

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Un Gobierno cada vez más distanciado de la sociedad y rescatado por la casta. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite todos los sábados de 12 a 14 por Radio Con Vos 89,9.

Sábado 22 de marzo 15:19

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  •  El respaldo que obtuvo el Gobierno en la Cámara de Diputados para el Decreto de Necesidad y Urgencia que lo habilita a negociar con el FMI fue un alivio para Javier Milei y Luis Caputo. Un triunfo agónico. Como muchos de los que viene teniendo esta administración que, cuando se le complican las cosas, es rescatada por “la casta” de colaboradores seriales que hay en el Congreso. El número también fue muy justo: 129 votos a favor, menos incluso que cuando logró aprobar la famosa Ley Bases, esa ley de leyes con la que está avanzando en su plan de contrarreformas.
  •  Ahora, veamos los límites. Aunque la figura esté un poco trillada es la que corresponde para este momento: la realidad es que fue un triunfo “pírrico”. En política, muchas veces se utiliza esa que es la un rey de una región de la antigua Grecia (Pirros) que ganó unas batallas contra los romanos, pero con un costo muy alto para su propio ejército. «Otra victoria como ésta y volveré solo a casa», dicen que dijo el tipo.
  •  Y no es casualidad que se repitan permanentemente los “triunfos pírricos” en política, porque vivimos una época de hegemonías débiles o de hegemonías imposibles (digo en la política tradicional) en la que los “ejércitos”, es decir, los gobiernos, las coaliciones políticas y sus representaciones parlamentarias son frágiles “por naturaleza”. Entonces, en cada batalla “se les va un poco la vida”, pierden aliados de esas mayorías circunstanciales que supieron conseguir para ganar las elecciones, pero que no tienen la misma fortaleza para gobernar, etc.
  •  Pero, ahora analicemos este “triunfo pírrico”. El Gobierno salió desesperado a buscar el aval para un acuerdo que aún no está cerrado (un mes atrás había dicho que estaba todo listo) porque el apuro de una “mini-corrida” que implicó el aumento de los dólares paralelos y la sangría de 1000 millones de dólares del Banco Central. Y lo hizo a través de un método, el DNU, que, según muestran todos los estudios de opinión, es rechazado por una amplia mayoría de la sociedad. De hecho, no es descartable que una parte de la pérdida de imagen de Milei (dato que también están marcando muchas encuestas) corresponda a cierta base republicana a la que no le gustan estos métodos.
  •  Porque, a ver, Milei está instalando —por la vía de los hechos— una especie de régimen de “autoritarismo plebiscitario” (típico de los regímenes autoritarios), pero mediante una forma aún más antidemocrática porque no es que convoca a un plebiscito para tal a cual tema, sino que emite decretos que después los pone a consideración del Congreso y para cuya validación alcanza con una minoría de una de las cámaras. Ya se dijo mil veces: en la Argentina es más difícil aprobar una ley que sostener un decreto, pero además, el contenido no se pone a discusión: es un sí o un no. A lo sumo se rosquea antes con métodos de “parlamentarismo negro”, por atrás que se agregue o se saque algo, pero ni si quiere tiene lugar esa fachada que muchas veces es la discusión, se obliga a votar por sí o por no. Sin contenido para discutir, los diputados hacen su circo con boludeces, porque ver quien es más leal a quien, etc.
  •  En segundo lugar, el aval parlamentario se da en el medio de otras derrotas o reveses. Porque, a ver, lo que pasó en la calle fue una derrota de Patricia Bullrich. Algunos hablan incluso de que fue desplazada de la dirección operativa del despliegue del miércoles por las repercusiones y las consecuencias de la represión salvaje de la semana anterior. En los hechos, no se aplicó el “protocolo antipiquetes” que supuestamente impide cortar las calles porque la Policía fue la que cortó todo. Pese a la campaña del miedo instalada desde ese día en las estaciones de, los retenes policiales, las amenazas, la movilización se hizo y fue muy importante. Lo que demostró la calle es que se perdió el miedo.
  •  En tercer lugar, este rescate parlamentario se produce cuando por una combinación de hechos que vienen desde el caso $Libra (la criptoestafa de la que fue partícipe central Milei), algunos dicen desde el discurso de Davos (que provocó una masiva marcha de convocada por el movimiento de la diversidad), hasta la represión a los jubilados, el respaldo de los hinchas de los clubes, los problemas de una economía que no repunta etc.; la imagen del presidente, de la gestión de gobierno se viene deteriorando. Para algunos esta caída es más pronunciada, para otros no tanto, pero el sentido es claro.
  •  Es decir, en la economía la desinflación (comparada con el desquicio de todos estos años) ya no es la única variable. Dentro de poco ya vamos a ir por el año y medio de gobierno de Milei y se espera que “el experto en crecimiento con o sin dinero” muestre otros resultados que no están llegando. También porque la desinflación no se nota, entre otras cosas, por la pérdida de ingresos, pero también porque la fórmula con la que el Indec arma las canastas es de hace 20 años y cambió muchísimo la composición del consumo.
  •  De hecho, en este terreno de la economía estos días volvieron a dar la sensación de cierto caos (que aumenta el dólar, que caen los bonos). El orden macroeconómico del que tanto se jactaba no se vio seriamente cuestionado la mini-corrida arranca después de que hablara el ministro de Economía y dejara entrever que puede haber una devaluación. El tema es cómo y cuándo.
  •  Todo este malestar terminó impactando hasta la cúpula de la CGT que convocó al tercer paro general contra el Gobierno. Seguro es un paro para descomprimir y luego se sentarán a negociar la suya; hay que intentar que se transforme en otra cosa, pero lo sintomático es que lo hayan tenido que convocar.
  •  Por último, está el tema de que este “triunfo” fue para tener las manos libres para un acuerdo secreto con el Fondo Monetario. Ese día se produjo un intercambio patético, pero gracioso entre el influencer Fran Fijap que tuiteó que “hay FMI para rato” como festejando el acuerdo, y el Gordo Dan le respondió “Borrá eso pelotudo”. Claro, porque, en última instancia, el triunfo es para un salvataje que puede implicar pan para hoy y un desastre para mañana, como fueron prácticamente todos los acuerdos con el Fondo que va a imponer condiciones que van a empujar a Milei a enfrentarse cada vez más con el pueblo argentino. Entonces, claro, poco y nada que festejar.
  •  Ahora, esto se observa si miramos los problemas del Gobierno. Pero las fragilidades del Gobierno no resuelven por sí mismas los problemas o los desafíos de quienes pretenden no limitarse a que sus triunfos sean “pírricos”, sino a propinarle una derrota estratégica. Lo que estamos describiendo son las condiciones que hacen posible la lucha, pero no reemplazan a la lucha. Es importante dar cuenta de los retrocesos de Milei, pero más importante es construir el avance nuestro.
  • Fernando Rosso

    Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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