En un intento desesperado por evitar pagar su deuda millonaria, Elías Piccirillo ideó un plan para incriminar a su acreedor, Francisco Hauque, vinculado a un caso drogas y armas. Sin embargo, la estrategia no solo fracasó, sino que terminó con su propia detención.
En una entrevista en Viviana en Vivo, con Canosa a la cabeza, Francisco Hauque y su esposa, Anahí Aquino, relataron paso a paso el momento en que fueron víctimas de esta ingeniosa maniobra ideada por el exmarido de Jesica Cirio y cómo lograron revertir la situación.
Elías, quien le debía a Hauque una suma considerable de dinero, lo contactó y le insistió para ir a cenar con sus respectivas esposas al lujoso Palacio Duhau y con la excusa de que su vehículo estaba roto le dijo que necesitaba un traslado.
Hauque accedió a recogerlo sin sospechar lo que ocurriría después. Durante el trayecto, Elías insistió en sentarse en la parte trasera del vehículo de alta gama al principio, pero luego cambió de opinión y se pasó al asiento delantero, dejando a Anahí en la parte trasera.
EL PASO A PASO DEL PLAN DE ELÍAS PICCIRILLO
«Era una actitud rara de una persona que ya es rara de por sí», comentó Hauque sobre su comportamiento. Mientras tanto, su esposa también notó que Elías la observaba de manera insistente y forzaba conversaciones triviales. «Me parecía raro que me mirara todo el tiempo, que intentara sacarme charla sobre cualquier cosa», recordo.
Según la pericia de Gendarmería, antes del momento en que Elías se pasó al asiento delantero, habría colocado un paquete con drogas en la parte trasera del vehículo. Además, posteriormente, se comprobó que también había dejado un arma debajo del asiento del conductor.
La noche continuó con una cena a la que Elías insistió en que Hauque y su esposa asistieran. Les aseguró que también estaría presente su propia pareja, Jessica, lo que terminó siendo falso. «Jessica no pudo venir, pero directamente va para el hotel», les dijo Elías, generando más sospechas.
Lo más inquietante para Anahí fue la insistencia de Elías en mantenerla distraída. «Cada vez que miraba el teléfono o miraba hacia afuera, volvía a hablarme», contó. Este comportamiento tenía un claro propósito: asegurarse de que ella no notara lo que realmente estaba ocurriendo.
El plan de Elías era claro: hacer que la policía encontrara las drogas y el arma en el auto de Hauque, incriminándolo para que este mismo quede preso y así librarse de su deuda. Sin embargo, las investigaciones revelaron que las pruebas habían sido colocadas de manera deliberada.
La justicia determinó que Elías tenía una deuda millonaria con Hauque y que esta estrategia era un intento de librarse de su obligación financiera. «Siempre atrasaba con los pagos, decía que lo haría la semana siguiente, que había problemas con los cheques. Hasta que nos dimos cuenta de que eran cheques robados y rechazados», explicó Anahí.
El caso tomó un giro aún más grave cuando se descubrió que los cheques que Elías entregaba estaban firmados por un hombre paraguayo, Juan Juvencio Siberio Rivas, quien llevaba dos años postrado en una cama debido a un accidente cerebrovascular. «Un tipo con cero moral, con una mente criminal», calificaron los abogados de Hauque.
Con la farsa descubierta, la justicia ordenó la detención de Elías. En el expediente se menciona que, incluso después de ser arrestado, intentó mentir sobre su domicilio y ocultar su teléfono celular. «Al día de la fecha, no sabemos dónde vive este individuo», afirmó el juez a cargo del caso.
Ahora, Hauque y su equipo legal se preparan para recuperar los seis millones de dólares que Elías le adeuda. «Estamos en vísperas de iniciar la ejecución y embargar todos los bienes que tenga», confirmó el abogado de Hauque.
El intento de Elías de deshacerse de su deuda terminó convirtiéndose en su peor error. Su plan de incriminar a su acreedor fracasó y lo llevó a enfrentar cargos aún más graves. Para Hauque y su esposa, el miedo y la incertidumbre dieron paso a la lucha por justicia.