«Parthenope»: no mucho más que Nápoles for export

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Defrauda el destacado realizador Paolo Sorrentino, el mismo de «La gran belleza», con una historia repleta de obviedades, una hermosa protagonista, y numerosas postales para turistas.

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Celeste Dalla Porta en una de las postales turísticas de «Parthenope»

En una escena de “Parthenope”, la nueva película de Paolo Sorrentino, el maduro empresario le pregunta a la bonita muchacha “¿Te casarías conmigo si yo tuviera cuarenta años menos?”, y ella replica “¿Te casarías conmigo si yo tuviera cuarenta años más?” Luego alguien observa que hay tres clases de respuestas: las obvias, las inteligentes, y las que dicen algo de verdad. Aquella era una respuesta inteligente. Lástima que aquí predominen las obvias.

“Parthenope” está llena de obviedades. Película pretenciosa, solo tiene en su haber una composición visual exquisita, unos pocos y breves capítulos de sorprendente imaginación, y una criatura divina al frente de un buen elenco. La exquisitez se expande por doquier, cierto que con la estética del cine publicitario de marcas onerosas. La sorprendente imaginación está en las tomas iniciales radiantes de luz, en un paseo nocturno por los bajos fondos junto a un endiosado capomafia, y también en una penosa escena de profanación en la cripta de la Catedral de San Genaro. Esas son, además, escenas bien alegóricas del origen luminoso, el barro humano y la mezcla de superstición y perversión que caracterizan a Nápoles según Sorrentino.

En cuanto a la criatura divina, ella es Celeste Dalla Porta, una modelo de figura perfecta con una mirada capaz de expresar dulzura, seguridad en sí misma, ánimo seductor, disfrute de la vida, comprensión del prójimo, un tanto de melancolía y otro poco de tristeza. La criatura que representa, una joven culta, elegante, sensual y discreta al mismo tiempo, está definida en el epílogo de la historia: “Era triste y frívola. Decidida y apática. Como Nápoles”.

Por ahí va la intención. Parthenope era el nombre de una sirena cuyo cuerpo le dio forma al golfo de Nápoles, y era también el primer nombre del poblado que luego se convertiría en la ciudad de todo lo hermoso y de todos los vicios, esa de la que antes se decía que debía verse una vez y después morir. Sorrentino quiso rendir culto a la belleza femenina y a la ciudad natal en una sola y simbólica unión. Ya había rendido homenaje a Roma en “La gran belleza” a través del personaje de un viejo cargado de saber y de ironía. Pero hay una diferencia: esa visión de la decadente hermosura romana era sanguínea, la de ahora, dedicada a la decadente Nápoles, resulta demasiado larga y lánguida, parece linfática.

En fin, no siempre se logra lo que se quiere. Acompañan a Celeste Dalla Porta los eminentes Silvio Orlando (el profesor Marotta, mismo apellido de un famoso escritor napolitano), Gary Oldman (el cuentista norteamericano John Cheever de vacaciones por Italia), Marlon Joubert (el carilindo capo Antonio Criscuolo, apellido verdadero de una poderosa familia de la camorra), Alfonso Santagata (el ex alcalde y dueño de una flota naviera Achile Lauro, personaje real que aquí aparece como padrino de la nena), Peppe Lanzotta (el obispo degenerado), la venerable Stefania Sandrelli (Parthenope al momento de jubilarse, fiera venganza la del tiempo), Darío Aita (el eterno enamorado de origen humilde) e Isabella Ferrari.

Producida exactamente igual a Sophia Loren en una recordada publicidad de anteojos, Ferrari interpreta a una exitosa actriz napolitana que desprecia a los suyos, y para peor lo dice públicamente. La propia actriz salió a aclarar las dudas en Italia: “Mi personaje es solo un arquetipo. La pobre Sophia no tiene nada que ver. Ella nunca se ha expresado de mal modo sobre Napoles ni su gente”.

Lugares de rodaje que pueden apreciarse, Villa Lauro y Villa Grotta Marina, la vieja Universidad Federico II, la Galería Umberto y el interior de la Catedral de San Genaro (solo una toma, lo demás está copiado en estudios) y al final los jardines de Augusto en Capri, con vista al mar.

“Parthenope” (Italia-Francia, 2024); Dir.: Paolo Sorrentino. Int.: Celeste Dalla Porta, Silvio Orlando, Gary Oldman, Dario Aita, Stefania Sandrelli, Peppe Lanzotta.

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