El papa Francisco murió en la madrugada del lunes a los 88 años en su residencia de Santa Marta. El fallecimiento del sumo pontífice se produjo a raíz de un derrame cerebral y una posterior insuficiencia cardíaca.
La noticia conmovió al mundo. Desde mandatarios hasta feligreses lo despidieron con emoción. Entre millones de posteos vinculados al deceso de Bergoglio, una foto de su carnet de afiliación como socio de San Lorenzo, del cual el santo padre era fanático, se viralizó y mostró una particular coincidencia.
El documento lleva el nombre y apellido completo del papa -Jorge Mario Bergoglio-, detalla que era un afiliado de tipo “activo simple” -quienes no utilizan las instalaciones del club pero desean mantener sus beneficios como miembro- y exhibe además la fecha de adhesión -el 12 de marzo del 2008-.
Sin embargo, la peculiaridad recae en su número de socio: 88235. Los dos primeros dígitos coinciden con la edad que tenía al momento de su muerte mientras que los últimos tres encajan con la hora de su deceso: 2.35 de la Argentina.
Como detalló LA NACION, el amor de Bergoglio por el Cuervo nació de la mano de su padre Mario José Bergoglio, que jugaba al básquet en el club. Con tan solo nueve años, el sumo pontífice fue por primera vez al Gasómetro, en la Avenida La Plata, quedó maravillado con esos colores. Eran tiempos del entrenador Diego García, allá por 1946. Años más tarde, en 2008, decidió hacerse socio del club. Siempre tenía la cuota al día.
“Vi casi todos los partidos en casa del campeonato de 1946, que ganaríamos pocos días antes de que yo cumpliera 10 años y, más de 70 años después, tengo presente a aquel equipo como si fuera ayer: Blazina, Vanzini, Basso, Zubieta, Greco, Colombo, Imbelloni, Farro, Martino, Silva… Los diez magníficos. Y luego… Luego estaba Pontoni. René Alejandro Pontoni, el delantero centro, el goleador del San Lorenzo, el que arrastraba el ‘Ciclón’, mi preferido», recordaba Francisco en su autobiografía ‘Esperanza’ (2025).
Era tal el amor de Francisco por San Lorenzo que, cuando asumió como santo padre en 2013, el periodista argentino Gonzalo Rodríguez le pidió una bendición para la Argentina y respondió: “Que gane San Lorenzo”. Su consagración desató un revuelo increíble en Boedo, las tribunas se tapizaron con los colores azulgrana y con la cara de Francisco. Incluso, personajes como Novak Djokovic llegaron a decir que querían “ser del club del Papa”.
Días después de tomar el cargo en la Santa Sede, Francisco fue fotografiado con una camiseta de San Lorenzo en las inmediaciones de la Basílica de San Pedro. Tan impactante fue ese registro, que después de ese momento la FIFA decidió colocar una camiseta del Ciclón en su museo junto a la fotografía del papa.
Su agenda nunca le dio respiro, aunque siempre tuvo un tiempo para San Lorenzo. Apenas a un año de su nombramiento, pudo disfrutar de la conquista de la Copa Libertadores del Ciclón con Edgardo Bauza ante Nacional de Paraguay.
A los pocos días de haber llegado a la cima de América, una delegación de dirigentes y futbolistas viajó hasta el Vaticano para llevarle una réplica del trofeo y una camiseta. Al mostrarle la aureola que le habían puesto al escudo, entre risas Francisco les dijo: “Son unos caraduras”.
La noticia de su muerte conmocionó al club de sus amores, que en las redes sociales plasmó ese amor recíproco: “Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre… Cuervo como sacerdote y Cardenal… Cuervo también como Papa… Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro para ver al equipo del 46, cuando confirmaba a Angelito Correa en la capilla de Ciudad Deportiva, cuando recibía las visitas azulgranas en el Vaticano siempre con felicidad total… Socio N°88235″.
“De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón. Envueltos en un profundo dolor, desde San Lorenzo hoy le decimos a Francisco: ¡Adiós, gracias y hasta siempre! ¡Estaremos juntos por la eternidad!“, lo despidió la entidad deportiva que preside actualmente Marcelo Moretti.
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