El administrador del aserradero del Grupo Nef en Santo Tomé, Enrique Nath, confirmó que la empresa evalúa seriamente el cierre de su sucursal local, lo que dejaría a 30 trabajadores sin empleo.
La decisión responde al contexto de crisis que atraviesa el sector maderero en el NEA, especialmente en Corrientes, Misiones y Entre Ríos, debido a las políticas económicas nacionales. Nath declaró: “El único que gana acá con esta situación es el Estado, el empresario no gana”.
Entre los factores señalados como determinantes para esta situación, el empresario mencionó la inestabilidad del dólar, el freno total de la obra pública y la presión fiscal.
Además, explicó que, al tratarse de una empresa orientada a la exportación, la variabilidad cambiaria impide hacer proyecciones sostenibles: “Estamos sacando plata del bolsillo para seguir trabajando porque con esta economía los números realmente no te dan”, señaló en declaraciones a Santo Tomé Digital.
El contexto se agrava con el reciente pedido de quiebra de la empresa Forestal Santo Tomé, donde otros 32 empleados también están en riesgo. A diferencia de esa situación, el Grupo Nef ha comunicado anticipadamente a sus trabajadores la posibilidad del cierre si no se produce un cambio económico significativo en las próximas semanas.
DIFICULTADES PARA COMPETIR Y SOSTENER LA PRODUCCIÓN
Nath destacó que la firma, que fue una de las más importantes del país en la fabricación de palets hace 15 años, hoy se concentra en la exportación de productos rústicos desde su planta en Santo Tomé.
Sin embargo, aclaró que ni siquiera es viable redirigir la producción al mercado interno. “Las obras están paradas a nivel país y hay una competencia desleal en precios”, expresó.
También señaló que las empresas que no tienen capacidad exportadora enfrentan un escenario aún más complicado.
La saturación del mercado interno y los bajos precios hacen que las firmas compitan entre sí, debilitando a todo el sector. “Competimos con otras provincias como Misiones o Entre Ríos, y muchas veces terminamos perdiendo todos”, indicó.
Sobre el valor de los productos exportables, Nath comparó los precios de años anteriores: “En 2019-2020 vendíamos un metro cúbico de madera a 280 o 290 dólares, hoy está a 220 o 230. Así no podemos competir con países como Brasil, Chile o Uruguay”. También hizo hincapié en la presión impositiva como otro de los elementos que afectan gravemente la rentabilidad: “El Estado nos cobra impuesto de forma compulsiva”.
SIN CRÉDITOS VIABLES Y CON TRABAJO A PÉRDIDA
El empresario fue enfático en remarcar la falta de ayuda real a las pequeñas y medianas empresas. “Si hay un crédito para pymes, las tasas son altísimas. Si sacamos un préstamo para seguir trabajando nos fundimos”, señaló. En ese sentido, indicó que la única salida que encuentran muchas empresas del rubro es cerrar, indemnizar al personal y liquidar sus activos.
También explicó que el dólar necesario para operar con márgenes sostenibles debe estar por encima de los $1175, y que la brecha entre el valor de cálculo y el valor efectivo de cobro hace inviable cualquier previsión. “Si hacés un cálculo a $1150 y al día siguiente te debitan a $1060, te cortan los brazos”, dijo.
Finalmente, Nath manifestó su preocupación por el impacto social que puede tener el cierre. “La gente tiene miedo, y con razón. Antes, si te quedabas sin trabajo, encontrabas en otro lado; hoy no hay dónde trabajar”.
Confirmó que de no mejorar la situación en dos meses, el cierre será definitivo: “Vamos a indemnizar a todo el personal y cerrar directamente”.