El analista polìtico, Pascual Albanese, en diálogo con El Cuarto Poder, que emite InfoDRadio 106.3 FM con la conducción de Rubén Duarte, analizó el panorama político argentino de cara a las elecciones legislativas de octubre.
Destacó que el resultado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires marcó un reordenamiento del centro-derecha, donde «La Libertad Avanza» absorbió al PRO, subordinando a Mauricio Macri y marcando un liderazgo claro en la coalición oficialista.
Sobre la provincia de Buenos Aires, afirmó que, pese a la interna entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner, no habrá dos listas del peronismo, y estimó que la unidad se impondría como necesidad estratégica para evitar una derrota catastrófica.
En cuanto al rol de Mauricio Macri, consideró que atraviesa una etapa de ocaso político, comparándolo con la desaparición de partidos absorbidos por fuerzas mayores, como la UCD en los años ’90. Sobre Lilita Carrió, por su parte, observó que mantiene un rol disruptivo pero sin capacidad real de incidencia electoral.
Finalmente, Albanese señaló que el gobierno de Javier Milei considera que los medios convencionales son parte del pasado y que las redes sociales ofrecen un canal más directo de comunicación y manipulación política.
Pascual, el círculo rojo argentino mira hacia el 26 de octubre. ¿ese resultado sirve todavía como una referencia?
—Sirve en un sentido para medir lo que podemos llamar la interna abierta del espectro del centro-derecha de la Argentina. Esto es lo que conforma La Libertad Avanza por un lado, y el PRO, cruzado por Javier Milei, que subordina al PRO y a Mauricio Macri a la estrategia política del oficialismo en las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires y de octubre en todo el país. En este caso sí habría que decir que es una definición irreversible. No implica esto de ninguna manera que en el orden nacional esto sea replicable. Estamos hablando de una elección legislativa de medio término que, en realidad, son en caminos prácticos 24 elecciones distintas, y cada realidad local tiene sus propias particularidades.
Es posible decir, entonces, que el oficialismo tiende a convertirse en la primera fuerza?
—Sí, eso es posible decir. Esto es, la fuerza política que obtiene mayor número de votos sumados en todo el territorio, porque en realidad la oposición aparece fragmentada en el archipiélago de fuerzas encabezado por un Partido Justicialista en crisis y una cantidad importante de fuerzas provinciales con arraigo territorial en sus distritos. Esto quiere decir que el oficialismo va a ser la fuerza política más votada el 26 de octubre a nivel nacional. Esto me parece inequívoco. Pero esto no implica que el gobierno vaya a tener mayoría propia ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado, lo cual implica que la negociación política para la aprobación de las reformas estructurales pendientes en esta segunda parte del gobierno de Javier Milei dependa nuevamente de un diálogo constante con sectores de la oposición, particularmente con los gobernadores.
¿Qué está pasando en la provincia de Buenos Aires?
—Vamos a empezar por la parte más fácil de la respuesta. La relación entre La Libertad Avanza y el PRO, como decíamos recién, ya está resuelta. Manda La Libertad Avanza, el PRO obedece, y el que no obedece se quedará de lado. Sobre eso no hay ninguna duda. Va a haber alguna expresión disidente, pero no va a tener relevancia electoral.
¿Y con el PJ?
—Compleja sería la respuesta en relación al Partido Justicialista por esta pulseada entre el gobernador Axel Kicillof y la expresidenta Cristina Kirchner. En ese sentido, me permitiría aventurar algo que probablemente contradiga muchos pronósticos y que, por supuesto, constituye un riesgo como toda predicción: no va a haber dos listas de peronismo en la provincia de Buenos Aires. Va a haber unidad del Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires.