Este fin de semana finalizó el XX Congreso del PTS-Frente de Izquierda. A lo largo de cuatro jornadas, con decenas de intervenciones de trabajadores y trabajadoras de múltiples sectores; jóvenes -tanto estudiantes secundarios, universitarios y terciarios como trabajadores-; jubilados; compañeros que ocupan bancas legislativas -nacionales y provinciales- e intelectuales entre otros, se desarrolló un riquísimo debate. El Congreso se había preparado en las semanas previas, con debates en las diversas zonas y regionales, a lo largo del país. Como parte de esa preparación habían sido sido publicadas en los boletines internos numerosas reflexiones de distintos camaradas. Parte de las mismas y los proyectos de resoluciones propuestos por la dirección nacional para el debate, fueron publicados en La Izquierda Diario (aquí pueden leerse). Tras las enmiendas, aportes y conclusiones del Congreso, esas resoluciones serán nuevamente elaboradas y publicadas en los próximos días, también en este medio.
En el Congreso participaron más de 300 compañeros y compañeras, sumando a delegados y delegadas, invitados y dirigentes. Les delegades participaron en representación de miles de militantes en todo el país. También estuvieron presentes compañeras y compañeros observadores, que son parte de las agrupaciones juveniles y de trabajadores que se impulsan en común en decenas de facultades, escuelas, empresas y otros sectores. Además, como parte de nuestra tradición, se sumaron camaradas de otros grupos de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional (FT-CI), la organización que nuclea al PTS y a otros grupos a nivel internacional.
La primera jornada del Congreso había tenido lugar el fin de semana anterior y había estado dedicada al análisis y discusión de una situación intencional. Luego de un informe de Claudia Cinatti, se había abordado un interesante debate acerca de las tensiones económicas, geopolíticas y el creciente guerrerismo que marcan la escena global. En la misma sesión, el compañero Emilio Albamonte brindó un informe sobre el internacionalismo revolucionario y las tareas de los socialistas revolucionarios ante la situación antes señalada.
En la semana posterior a esa sesión tuvo lugar el ataque militar de Israel a Irán, un hecho que agrava las tensiones en Medio Oriente, una región hoy marcada por el brutal genocidio que comete el Estado sionista contra la población de Gaza. Por esto, al momento de votar las resoluciones, el Congreso señaló que los socialistas revolucionarios nos ubicamos junto a la nación y al pueblo de Irán, que hoy enfrenta la agresión de una potencia colonialista y genocida, gendarme de Estados Unidos en Medio Oriente. Entre las resoluciones más destacadas estuvo la de relanzar una amplia campaña contra el genocidio en Gaza. El pasado jueves 12 ya había tenido lugar una movilización en CABA, como parte de jornada nacional, que culminó en la Embajada de Francia, como parte del apoyo a nuestro compañero Anassa Kazib, perseguido políticamente en ese país por denunciar el genocidio en Palestina.
Este sábado 14 de junio, el Congreso dedicó su sesión tanto a la discusión sobre la situación nacional como al debate del programa y el discurso político que el PTS debe desplegar en este escenario. La discusión se desarrolló tras un informe que dieron los compañeros Fernando Scolnik y Matías Maiello. Tanto el proyecto sobre situación nacional como el proyecto sobre agitación y propaganda política habían sido publicados previamente en La Izquierda Diario. El debate contó con decenas de intervenciones de compañeros y compañeras de todo el país sobre ambas cuestiones. Luego de mismo, se relevaron las opiniones y agregados a los informes, que serán parte de las resoluciones finales.
Tuvo especial importancia el debate sobre la proscripción política de Cristina Kirchner. También se analizaron las tensiones que cruzan al Gobierno y su esquema económico, y el rechazo al ajuste que empieza a verse en múltiples luchas por salario, condiciones de trabajo y contra los despidos. Rechazo que crece a pesar de la tregua y traiciones de la burocracia sindical peronista de la CGT.
La proscripción contra CFK -a quien se dictó prisión domiciliaria este mismo martes imponiéndole usar una tobillera electrónica y otras duras condiciones – es parte de un intento por fortalecer las tendencias autoritarias del régimen. Esta proscripción es funcional al ajuste feroz al servicio del gran empresariado y el FMI. Precisamente por esto no se pueden separar ambas peleas.
Este ataque antidemocrático puede despertar el desarrollo de una resistencia que se sume al creciente descontento social, que ya se expresa en numerosas luchas por salario, condiciones laborales o despidos, permitiendo así que se incremente o acelere la oposición política y social contra el Gobierno.
Esta acción del Poder Judicial se da en el marco de una fuerte crisis orgánica, donde el régimen de partidos está estallado. De esa crisis, tras el fracaso del macrismo y el Frente de Todos, emergió Milei. Ese desprestigio no alcanza solo a los partidos, sino al conjunto de las instituciones, incluido el propio Poder Judicial.
Durante la discusión, las delegadas y delegados consideraron correcta la respuesta política del PTS-FITU ante el fallo proscriptivo. Una respuesta que combinó tanto una fuerte denuncia al ataque a las libertades democráticas, como el planteo de la necesidad de desarrollar una gran lucha nacional para derrotar la proscripción, impulsando movilizaciones masivas en todas las ciudades; asambleas en lugares de trabajo y estudio; tomas de facultades y colegios; cortes de rutas y, también, peleando por imponer un paro nacional y un plan de lucha a la CGT. Eso apunta a derrotar la proscripción ahora, como parte de la pelea para unir esa demanda democrática a un programa que responda a los ataques y ajustes -ordenados por el FMI y los grandes empresarios- contra el salario, las jubilaciones, los presupuestos de salud y educación públicas. Esta orientación apuesta a desarrollar una amplia movilización, que no se subordine a la estrategia de parte del peronismo de utilizar la proscripción y detención como parte de su campaña electoral hacia 2027.
El Congreso destinó su tercera sesión a debatir las Resoluciones sobre Organización -publicadas también en LID-, que partían de analizar la relación entre partido, vanguardia y masas. Después de un completo informe a cargo de les camaradas Laura Liff, Fredy Lizarrague, Leila Schwind y Agustín Alejo, tuvo lugar un debate con numerosas intervenciones. Los delegados y delegadas dieron cuenta de la enorme actividad política que el partido desarrolla en fábricas, empresas de servicios y sectores como salud y educación, además de numerosas facultades y escuelas secundarias.
A lo largo de la discusión se plantearon tanto las oportunidades políticas como los desafíos y contradicciones existentes. Uno de los debates centrales fue la necesidad de seguir impulsando ampliamente agrupaciones juveniles, de trabajadores y de otros sectores del movimiento de masas, apostando a desarrollar una militancia amplia, que pelee en cada lugar por fortalecer las posiciones y la fuerza de la izquierda, apuntando a conquistar fuertes puntos de apoyo para la intervención en la lucha de clases. De lograr posiciones que hemos definido como “bastiones” y “centros de gravedad”.
Las intervenciones mostraron las posibilidades planteadas en diversos sectores, como la juventud, la docencia y salud, así como el trabajo sistemático en la industria, los transportes y demás servicios. Al mismo tiempo, las intervenciones dieron cuenta de una militancia y organización en sectores de la ciencia y la tecnología (CNEA, Conicet, etc). En estos sectores es posible poner en discusión no solo salarios y condiciones laborales sino, también, el papel y el uso de la ciencia en la Argentina, hoy ligada a favorecer negocios de los grandes grupos capitalistas.
En particular, el Congreso definió fortalecer el trabajo político en docentes, salud y juventud, sectores donde se vienen desarrollando procesos políticos, luchas duras de resistencia y tendencias antiburocráticas. Así se ratificó la organización de los mismos en ramas nacionales, donde compañeras y compañeros de distintas provincias y zonas puedan coordinar y articular tanto las peleas político-ideológicas del sector como las campañas nacionales.
En el caso de Juventud, también había sido publicada una resolución previamente para su debate en el Congreso. En relación al trabajo en docentes y salud, se destacó la necesidad de impulsar la política de Pan y Rosas, como una herramienta esencial de organización. Esta propuesta de resolución también había sido publicada en los días previos.
El Congreso también resolvió seguir desarrollando el Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC-PTS) en distintos sectores de la clase trabajadora, continuando el proceso de construcción de agrupaciones que se vio en el importante Encuentro realizado el pasado 1° de Mayo, en el Estadio cubierto de Ferro. Esta organización de sectores de servicios y la industria se viene dando en distintas provincias, mediante diversas instancias de organización.
En esta sesión se resolvió impulsar una gran campaña de apoyo nacional a la lucha del Garrahan, pelea emblemática hoy de las y los trabajadores de la salud. También rodear de apoyo y solidaridad a las gestiones obreras ceramistas en Neuquén, que atraviesa una situación muy complicada, pero constituyen un gran ejemplo de lucha en la defensa de los puestos de trabajo en momentos de crisis. El Congreso también ratificó el impulso a la pelea contra los despidos discriminatorios, que vienen llevando adelante compañeros y compañeras de empresas como Shell, VW y Pilkinton, entre otras.
Finalmente, en el último día del Congreso, los delegados y delegadas eligieron a una nueva dirección nacional, donde junto a camaradas de mayor tradición se integraron una nueva generación de jóvenes compañeros y compañeras, estudiantes y trabajadores, de distintas provincias del país.
Las resoluciones finales, corregidas tras su discusión y votación, serán publicadas en La Izquierda Diario en los próximos días. Por lo pronto, tras cuatro días de intenso debate, el Partido de los Trabajadores Socialistas culminó un muy buen Congreso.