En todos los centros invernales argentinos comienzan a encenderse las primeras luces para recibir una nueva temporada de nieve, donde el esquí como siempre es el principal protagonista. Junto a él, hay otras actividades que también se pueden disfrutar, por lo que aquí va un informe con cada una de ellas, sus características y los complejos donde los visitantes las pueden practicar.
Snowboard
Esta modalidad parece muy desafiante al inicio, pero es muy fluida y divertida una vez que se la domina. Permite deslizarse sobre la nieve montado en una tabla (similar a una de skate o surf) con los pies sujetos a ella. A diferencia del esquí, donde se usan dos tablas y se realiza mirando hacia el frente, en el snowboard hay que posicionarse sobre un lado. En cada complejo se pueden descender pendientes, hacer saltos, giros, trucos en rampas o, simplemente, disfrutar de suaves bajadas.
En cuanto a los estilos, pueden ser el freeride (descensos libres por la montaña), freestyle (trucos en snowparks) o boardercross (carreras entre riders). Es una actividad que combina adrenalina, equilibrio y estilo; y es muy popular entre los jóvenes, pero también hay muchas escuelas para principiantes de todas las edades. Dónde practicarlo: en Bariloche, en el Cerro Catedral (tiene pistas para todos los niveles y un snowpark para trucos y saltos); en San Martín de los Andes, en el Cerro Chapelco, con pistas amplias, buena nieve y vistas al volcán Lanín (también tiene un parque para freestyle).
En Las Leñas (Mendoza) resultan famosas las pistas técnicas y el terreno fuera de área (ideal para riders más avanzados). También se practica en el fueguino Cerro Castor sobre nieve de excelente calidad durante toda la temporada. La Hoya, en Esquel, es ideal para quienes recién comienzan (nieve polvo muy durable) y también la neuquina Caviahue, donde todo es muy tranquilo con pistas suaves y buena opción para snowboardistas que están aprendiendo.
Caminata con raquetas de nieve
Esta actividad tiene como objetivo caminar sobre terrenos nevados usando unas raquetas especiales que se ajustan a las botas. Tienen una superficie más ancha que un zapato normal y evitan que los practicantes se hundan en la nieve. Por lo general, la idea es recorrer de manera tranquila y accesible los paisajes invernales a los que no se puede llegar de otra forma, ya que la nieve profunda impide caminar con calzado común.
Para realizar esta propuesta se necesitan raquetas de nieve (se alquilan fácilmente en centros de esquí o refugios), botas impermeables o de montaña, ropa abrigada. bastones para no perder el equilibrio y, especialmente, muchas ganas de disfrutar del silencio y la naturaleza nevada.
Las caminatas con raquetas se pueden realizar en el Cerro Chapelco (Neuquén), que cuenta con senderos con vistas al volcán Lanín y al lago Lácar o en las excursiones guiadas por el bosque de lengas nevado. También en el Cerro Castor (caminatas en paisajes fueguinos increíbles, entre bosques y vistas del Canal Beagle); en el Cerro Catedral de Bariloche, con senderos de montaña y entre bosques (hay excursiones guiadas desde la base o desde refugios); en Batea Mahuida con caminatas entre araucarias neuquinas; y en La Hoya (circuitos ideales para principiantes o familias), sobre la cordillera chubutense.
Paseo en trineo tirado por perros
Es una actividad tranquila y pintoresca con trineos tradicionales tirados por perros huskies que son muy comunes en regiones como Escandinavia o Canadá. En nuestro país se realizan en Tierra del Fuego, en el Centro de Actividades Invernales Tierra Mayor, donde se pueden recorrer los valles nevados (especialmente el de Valle Tierra Mayor) y en el Cerro Castor, en Ushuaia, con sus excursiones de mushing. También, en el Cerro Chapelco (Neuquén), que ofrece actividades de trineo tirado por perros en la zona baja.
Estos recorridos son más cortos que los fueguinos, pero igualmente muy lindos. En relación a los canes, además de los huskies, suele haber alaskan malamute y alaskan husky entrenados para trabajar en equipo, tirar de los trineos y recorrer distancias largas a través de la nieve.
Escalada en hielo
Es una disciplina extrema que permite ascender formaciones de hielo natural utilizando herramientas específicas (piolets técnicos, crampones, arneses, cuerdas y tornillos para hielo). Requiere experiencia, buen estado físico y conocimientos técnicos avanzados, además de favorables condiciones climáticas. El tipo de hielo que se escala es alpino o de glaciares (bloques permanentes en zonas altas), cascadas congeladas (agua que no corrió y se congeló formando paredes verticales) e hielo mixto, o sea una combinación de hielo y roca.
En cuanto a los lugares donde se practica esta actividad, a veces no suele ser en los mismos centros de esquí, sino en sitios cercanos. Entre ellos, el glaciar del Cerro Tronador, en Bariloche, uno de los destinos más populares. Se accede desde Pampa Linda, y es ideal para cursos y prácticas guiadas. Cercano a éste, también en el Cerro Catedral que presenta áreas con pequeñas formaciones congeladas, bien óptimas para principiantes.
Otros sitios son el Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz), más precisamente en El Chaltén, donde se realiza sobre glaciares como el Piedra Blanca o el glaciar Marconi. También en el Valle de Los Horcones (Aconcagua, Mendoza) donde se forman cascadas de hielo en temporada invernal. Para realizar esta actividad se requiere aclimatación por la altitud, ir con guía especializado en el caso de ser principiante, verificar las condiciones meteorológicas, llevar el equipo técnico adecuado y tener una buena condición física y técnica.
Bajada en trineo
Un trineo es un vehículo pequeño y ligero que se desliza sobre la nieve, generalmente sin ruedas, utilizando patines o superficies planas en contacto con el suelo. Deslizarse cuesta abajo en un trineo es una de las actividades más divertidas y sencillas que abarca a cualquier edad. Hay distintos tipos de trineos (de madera clásica, de plástico moderno, inflables, o –incluso– sofisticados modelos de competición hechos de fibra de carbono y acero).
Se puede practicar en el Cerro Catedral (Bariloche), tanto en la base como en los circuitos de tubbing. Otras propuestas que ofrece esta ciudad se ubican en el Cerro Otto (ideal para actividades familiares) y en el Cerro Campanario con espacios exclusivos; al igual que en el Cerro Bayo de Villa La Angostura, ya en territorio neuquino, provincia que brinda además en Caviahue distintas zonas libres y, en Batea Mahuida, un entorno muy familiar ideal para quienes buscan actividades de nieve más tranquilas. Por último, en Las Leñas (Mendoza), hay actividades como tubbing y trineo, especialmente en la zona de principiantes.
Motos de nieve
Andar en motos de nieve es una de las experiencias más emocionantes que se puede vivir, ideal para unir cierta velocidad, paisajes y un toque de aventura. Estos vehículos, en lugar de ruedas tienen una oruga trasera (como un tanque) y esquíes delanteros que permiten girar. En general, los circuitos guiados van por senderos en bosques, montañas o lagos congelados, incluyendo paradas panorámicas para fotos o un café caliente.
Para subir a una moto no se requiere experiencia previa (los guías van indicando) y se recomienda ropa de nieve impermeable y térmica, guantes, casco y antiparras o gafas. La mayoría de los recorridos son en pareja: una persona maneja y la otra va atrás de acompañante. Hay recorridos en el Cerro Castor por los bosques fueguinos (travesías diurnas y nocturnas), en el Cerro Catedral (Río Negro) con excursiones por los bosques de lengas hasta espectaculares miradores naturales; en Chapelco por senderos que permiten apreciar el volcán Lanín y el lago Lácar.
Y en Las Leñas circulando por la cordillera mendocina con vistas de alta montaña. La edad mínima para conducir suele ser 16-18 años con autorización, los menores pueden ir como acompañantes. Las excursiones son guiadas y se deben respetar el ritmo y las indicaciones del guía, sobre todo en zonas que están fuera de pista.