Los tiempos de los mano a mano de la Copa Libertadores ya se palpitan en River y Gallardo ya puso en estudio su plan de una posible rotación total o parcial el sábado ante Independiente, ya que el martes que viene tendrá que viajar a Asunción para jugar el 14 de agosto contra Libertad, por la ida de los octavos del gran objetivo del 2025.
El dilema no es nuevo y ya pasó muchísimas veces por allí el Muñeco Gallardo en todos estos años, pero esta vez es especial: por los cambios en el equipo, por los refuerzos, por los históricos a los que el tiempo les pasa, por las lesiones y por el peso simbólico de esta Copa, en la que River tiene todas las fichas ya que hace 5 años que no llega a una final.
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Marcelo Gallardo y las lesiones que condicionan su River
El primer dato está vinculado a las lesiones pasadas y actuales que inciden en la decisión. En nombres propios son las de Seba Driussi y Juan Portillo, que tienen chances de estar en la convocatoria, y las de Maxi Salas y Lucas Martínez Quarta, que no jugarán ante Libertad pero sí afectan la determinación final.
En este caso, como no hay partidos entre semana, la rotación es un arma de doble filo: el que descansa el sábado ante Independiente, llegaría a Libertad con una inactividad de fútbol de 11 días, y si juega, sólo tendrá un par de días para recuperarse. Por suerte para River, hay cuatro días en el medio ya que se programó para un jueves.
La duda pasa por algunos jugadores como Paulo Díaz y Acuña en la defensa, que sufren la continuidad de partidos —por eso la lesión de Martínez Quarta impactó doble—, y por Enzo Pérez, que con casi 40 años no para de sumar minutos y el sábado Gallardo lo sacó en el segundo tiempo.
En este caso del capitán, es clave lo de Portillo, que llegó con una tendinitis y Gallardo lo quiere el fin de semana en el banco para jugar y que pueda darle sólo un tiempo a Enzo Pérez. El DT no quiere seguir forzando a Kevin Castaño como volante central y por eso fue a buscar al ex Talleres, que tiene días claves para estar disponible.
Sebastián Driussi, la gran incógnita en ofensiva
En cuanto a la ofensiva, donde está el otro gran dilema, el nombre que define mucho de esta decisión es el de Seba Driussi. Si hubiera estado bien Maxi Salas, no hubiera habido nada urgente y quizá hasta lo hubieran esperado. Pero la baja del ex Racing, que en caso de llegar lo haría muy justo y con riesgo, hizo que Driussi acelere.
Vale apuntar que cuando tuvo el esguince severo de tobillo en el Mundial de Clubes tras hacerle el gol al Urawa el 17 de junio, se especuló con al menos dos meses de recuperación y casi que estaba descartado para jugar con Libertad. Pero evolucionó bien y por eso se especuló incluso con que podría jugar el sábado pasado.
No pasó, y mañana es el día D para saber si lo convocan el fin de semana, ya que el DT lo quiere con fútbol y minutos antes de jugar con Libertad. Igual, Gallardo sintió cierto alivio con el partido de Miguel Borja del sábado ante San Martín, ya que con esta disyuntiva de Driussi, el colombiano sentó sus bases para jugar los dos partidos.
Con este panorama, el equipo seguirá trabajando y entrenando en Ezeiza hasta el viernes, sabiendo que va a concentrar con la mirada puesta en el partido en Avellaneda, pero preparando las valijas y los boarding pass con destino a Asunción, la semana que viene, cuando se ponga en modo Libertadores.