«Por este camino hay menos pan, trabajo, paz y libertad»: San Cayetano en la era Milei

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El sacerdote Juan Carlos Molina dialogó con C5N en relación a la celebración de la Iglesia Católica, que convoca multitudes no sólo en el Santuario del barrio de Liniers, sino a lo largo del país: «Quizás hoy sea justo y necesario añadir el pedido de la libertad: pan, trabajo, paz y libertad», reflexionó.

Agregó: «Nadie es libre si todos no somos libres. No se trata de la libertad de morir de hambre sino de vivir en plenitud. Se trata de pan con trabajo que es dignidad y del trabajo con dignidad que es justicia”.

Este año los creyentes peregrinan hacia la basílica, ubicada en Cuzco 150, en la ciudad de Buenos Aires, bajo la consigna “Con San Cayetano, todos hermanos”, para renovar su agradecimiento y hacer un pedido para ellos y sus familias. Este 2025 además, las organizaciones sociales nucleadas en la UTEP ( Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular), marcharán desde Liniers hacia la Plaza de Mayo.

Buscan dar visibilidad a la lucha por el trabajo digno cuando el modelo libertario sólo les ofrece descarte. También se sumarán la CGT, las dos CTA, el Frente por la Soberanía, el Trabajo y el Salario, más organizaciones estudiantiles y de derechos humanos.

“Es bueno pedir a Dios, por la intercesión de San Cayetano, pero no ignoramos que no se trata de magia, podemos pedir, podemos dejar velitas, podemos tocar la imagen. Pero tiene que cambiar el sistema económico, social, político, porque es evidente que por este camino hay menos pan, trabajo, paz y libertad», reflexionó el sacerdote ante C5N.

«Hay que cambiar lo que no le hace bien al hermano, que necesita. Esto no es magia. Esto es juntos, es poner el hombro para que el hermano esté bien»

Molina creó y dirige la Fundación Valdocco (valdocco.org.ar) que trabaja para los niños, adolescentes y jóvenes en situaciones vulnerables. Al momento de escribir esta nota, el religioso estaba volviendo de Roma donde fue recibido por León XIV a quien le dejó un informe detallado sobre la situación de indigencia que padecen una gran parte de los argentinos en la era Milei.

Historia de San Cayetano en Italia
San Cayetano de Thiene, cuyo nombre original era Gaetano di Thiene, nació en 1480 en Vicenza, Italia. Provenía de una familia noble, estudió derecho civil y canónico en la Universidad de Padua y, después de obtener su doble doctorado, se trasladó a Roma. Allí, se desempeñó como protonotario apostólico del Papa Julio II.

Cayetano dejó su vida en la corte papal para prepararse para el sacerdocio. Fue ordenado a los 35 años y dedicó su vida a la renovación de la Iglesia y al servicio de los más pobres. En 1524, fundó en Roma la Orden de los Clérigos Regulares, cuyos miembros son conocidos como «teatinos», junto con el obispo Juan Pedro Caraffa, quien más tarde se convertiría en el Papa Pablo IV.

La orden de los teatinos buscaba renovar la predicación, cuidar a los enfermos y restaurar el uso frecuente de los sacramentos. Cayetano se destacó por su caridad y la ayuda a los necesitados: fundó hospitales para enfermos incurables en ciudades como Venecia y Verona.

Murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547 y fue canonizado por el Papa Clemente X en 1671. A nivel mundial, se le conoce como el «santo de la providencia» y, en la mayoría de los lugares, su imagen es representada con el niño Jesús en brazos.

Cómo llegó la devoción a San Cayetano a Liniers
La adoración a San Cayetano en Argentina tiene sus orígenes en la Beata María Antonia de San José, conocida como «Mama Antula», que fue canonizada el 11 de febrero de 2024 por el Papa Francisco. Esta laica santiagueña es la fundadora de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires, tenía una especial devoción por San Ignacio y los santos jesuitas. Por razones que se cree pudieron ser una confusión, sumó a San Cayetano de Thiene como segundo patrono de su obra apostólica. Se cree que por esta razón, la imagen de San Cayetano llegó a Buenos Aires a través de Mama Antula.

Luego de su fallecimiento, la congregación de las Hijas del Divino Salvador, continuó su legado. En 1875, construyeron una pequeña capilla dedicada a San Cayetano en lo que hoy es el barrio de Liniers. En este mismo predio, en 1913, se declaró la parroquia de San Cayetano, que más tarde se convertiría en el conocido Santuario.

La popularidad masiva de San Cayetano como «patrono del pan y del trabajo» en Argentina se consolidó a partir de la crisis económica mundial de 1929, que afectó profundamente al país. Ante la gran depresión y la falta de empleo, los fieles comenzaron a acudir al santuario de Liniers para pedir por trabajo y comida.

A diferencia de otros lugares del mundo, en Argentina la imagen de San Cayetano es representada frecuentemente con una espiga de trigo, símbolo que se incorporó en el país para representar el pan y la prosperidad.

Hoy, el Santuario de San Cayetano en Liniers es el centro de una de las peregrinaciones más multitudinarias con miles de personas que se congregan cada 7 de agosto para pedir y agradecer por el pan y el trabajo.

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