Luciana Salazar está harta de Martín Redrado, a quien hace años llevó a la Justicia para que se haga cargo de la manutención de su hija Matilda. El tiempo pasa sin respuesta y es Salazar quien tiene que parar la olla y atender a todas las necesidades de la nena. Pero todo tiene un límite y la rubia confesó abiertamente que la está pasando pésimo.
En un país en crisis y con incertidumbre total, dólar en alza y crisis política a pleno, Luciana Salazar sufre, cada mes, el mismo drama que la mayoría de los argentinos. No llega a fin de mes y le cuesta hacerle frente al alquiler, continuamente ajustado. Así lo dijo Lu, en diálogo con Puro Show (El Trece), donde aseguró que su panorama es apremiante.
«Él cumplió dos años y después dejó de pagar. Hay un documento que firmó donde se hacía responsable de los gastos de vivienda y educación. No es plata en efectivo, es pago de esas cuentas», contó la modelo, enojada con Redrado y su falta de compromiso parental para con Matilda.
Salazar señaló, entonces, que sus números andan mal: «El país viene de años de crisis, yo además tengo los gastos que me corresponden como mamá porque no es que quiero que pague todo. Pero además de los míos, tengo que hacerme cargo de lo que él no paga para que mi hija no se quede en la calle o sin educación».
EL DRAMA QUE LUCIANA SALAZAR ENFRENTA CADA MES
“A todo el mundo le cuesta y a mí me pesa muchísimo porque me estoy haciendo cargo de gastos que no me corresponden y que no son pequeños», lanzó Luciana sobre sus problemas para estirar sus ingresos hasta fin de mes, afrontando sola el 100 por ciento de los gastos en su casa.
Para cerrar, Salazar expresó el dramático punto al que llegó a causa del economista: «Vivo asfixiada porque él decidió tomar una venganza personal en mi contra atacando a una menor de edad”. “Los que lo conocen a Redrado, dicen que si él quiere, termina con todo esto en un segundo, pero no quiere por algo emocional”, explicó.