El juez Carabajal condenó al violento a cinco años de prisión, pero se le sumarían lo que le resta de otras sentencias y suspenderán beneficios.
Un sujeto que ya purgaba prisión domiciliaria por otras tres condenas por violencia de género contra sus tres parejas anteriores fue condenado por cuarta vez. En esta oportunidad, la víctima fue su propia hija que lo había denunciado por privación ilegítima de la libertad y por golpearla cuando la llevó forzadamente de Goya a Santa Lucía tras sacarla de forma abrupta de una cena familiar. Le dictaron cinco años de prisión, pero se le sumarían las otras condenas y hasta le quitarían el beneficio de prisión domiciliaria que hasta ayer gozaba.
Se trata de Renzo Oscar Gastón Ruiz Díaz, quien desde hace cinco años sus pasos por los tribunales goyanos son para responder ante la Justicia por su accionar violento contra sus ahora exparejas. Incluso, cuando estuvo detenido en la alcaidía local, tuvo otro episodio violento con los efectivos del servicio penitenciario a los que agredió brutalmente.
Esta vez, el juicio unipersonal que constó de cuatro jornadas, incluyendo los alegatos, fue llevado a cabo por Ricardo Diego Carabajal y concluyó ayer con la sentencia a cinco años de prisión contra Ruiz Díaz por hallarlo penalmente responsable por el delito de “privación ilegítima de la libertad, con violencia física sobre la víctima, en un contexto de violencia de género”.
En este caso el fiscal de juicio fue Francisco Antonio Arrué, mientras que la defensa técnica del imputado estuvo a cargo del abogado Pablo Andrés Fleitas. Declararon como testigos la víctima, su madre y exconcejal de la localidad de Santa Lucía, el exnovio y dos médicos antes de que el juez determine la condena para el agresor. Ahora falta determinar cuántos años le restan a las anteriores condenas para computarlos a la última. Además, le darían de baja el beneficio de la prisión domiciliaria.
El hecho
El hecho por el que Ruiz Díaz una vez más fue condenado sucedió la madrugada del 26 de mayo de 2024, cuando irrumpió en una cena familiar para llevarse a su hija, desde Goya hasta la casa de su madre en Santa Lucía. La jovencita que entonces tenía 18 años se negó a esta situación, pero fue forzada y trasladada bajo amenaza.
En el caminó, el sujeto la golpeó y la amenazó restringiendo su libertad de movimiento durante todo el trayecto. Luego de que la joven lograra zafar de él, fue con su madre, le contó lo sucedido y ambas se dirigieron a la comisaría a denunciarlo. Como consecuencia de lo ocurrido, la víctima habría sufrido lesiones físicas y afectación en su salud emocional.
Para entonces Ruiz Díaz ya había sido denunciado en tres oportunidades, condenado en todas ellas con penas leves, tobilleras electrónicas mediante y restricciones de acercamiento a todas sus exparejas.
Algunas de las mujeres que fueron víctimas de su violencia denunciaron además que fueron amenazadas de muerte para que no hablaran en su contra.