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Esto es gracias al ingreso por los aranceles recíprocos y por los recortes del gasto.
Estados Unidos registró en junio un superávit presupuestario de 27.000 millones de dólares, una cifra que no se veía desde el mismo mes en 2005, hace 20 años, según informó este viernes el Departamento del Tesoro.
Detrás de este resultado se encuentran principalmente los ingresos generados por los «aranceles recíprocos» implementados bajo la administración del presidente Donald Trump, que han tenido un efecto directo en las cuentas públicas. También se debe a los millones de dólares en recortes del gasto implementados por la administración republicana.
Gracias a este superávit, el déficit acumulado en el año fiscal se redujo levemente, ubicándose en 1,34 billones de dólares, un 1% menos que en el mismo periodo del año anterior. A modo de comparación, en junio de 2024, el país había registrado un déficit de 71.000 millones. El año fiscal concluye el 30 de septiembre, lo que deja aún margen para variaciones en los números finales.
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Más allá del recorte de gastos, el factor decisivo fue el fuerte aumento de los ingresos del Tesoro, que crecieron un 13% interanual, mientras que el gasto se redujo en un 7%.
En ese contexto, los aranceles aduaneros fueron la clave: generaron por sí solos los 27.000 millones de dólares que representan el superávit de junio, un incremento notable desde los 23.000 millones recaudados en mayo. En comparación con junio del año pasado, los ingresos por aranceles crecieron un 301%.
Desde el inicio del ejercicio fiscal, estos tributos han aportado 113.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 86% respecto al año anterior.
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Este crecimiento se relaciona con el paquete arancelario del 19% que Trump impuso a todas las importaciones en abril, sumado a los llamados «aranceles recíprocos» que afectan a varios socios comerciales. Aunque las negociaciones comerciales aún continúan, los efectos en la recaudación ya se hacen notar.
A comienzos de esta semana, el gobierno estadounidense aplicó nuevos aranceles: Japón fue gravado con una tasa del 25%, mientras que Brasil enfrentó un impuesto del 50%. Todas las importaciones de cobre hacia Estados Unidos quedaron también sujetas a este mismo arancel del 50%, una cifra considerablemente superior a la anticipada por los analistas.
Además, la noche del jueves, la Casa Blanca aplicó un arancel del 35% sobre productos provenientes de Canadá. En paralelo, las negociaciones con la Unión Europea permanecen estancadas: se esperaba una carta oficial desde Washington hacia Bruselas como parte del acuerdo marco bilateral, pero hasta la mañana del viernes, dicha comunicación aún no había llegado.
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