«Hola Aldo, ¿Por qué deberíamos anunciar que hay u$s6.000 millones, si ya anunciamos que en el techo de la banda hay u$s22.000M? Que algunos no lo crean no es algo que dependa de nosotros. Solo lo comprobarán si lo testean».
El posteo de Federico Furiase, director del BCRA y uno de los principales voceros del equipo económico, intentó zanjar —al cierre de los mercados, el último viernes—, una de las polémicas en el mercado financiero.
El dólar, en el techo de la banda: ¿qué debe hacer el Gobierno?
¿Qué debería hacer el Banco Central ante la ola dolarizadora y la presión sobre el tipo de cambio?
Detrás de ese posteo, de hecho, hubo uno anterior del economista Aldo Abram sugiriendo en forma «urgente» que el BCRA «debe anunciar que tiene unos u$S6.000 millones propios para defender el valor del $ en el techo de la banda. Es más, ofertarlos en la «pantalla» a ese precio y el tipo de cambio bajará sin que venda un solo dólar».
El economista Amilcar Collante se metió en el intercambio: «Si querés testear el techo. Testealo Campeón».
Marea de pesimismo: ¿qué sucedió el viernes con las acciones?
Las certezas que hay en el mercado es que inversores de «manos grandes» vendieron posiciones y salieron de la Argentina. Es la hipótesis sobre el derrape de hasta 6% en acciones, pero, sobre todo, en los bonos de la deuda.
Esa es la explicación que encuentran algunos operadores de bancos locales para argumentar el motivo por el cual el viernes fue peor que el lunes, posterior a las elecciones en la provincia de Buenos Aires, y que expusieron la debilidad de la administración Milei. Y el temor de los financistas a un regreso del kirchnerismo al poder en 2027.
A este escenario se sumó la duda por la gobernabilidad del país. Para mostrarse fuerte y con poder de decisión frente al traspié político, el Presidente vetó todas las leyes que implican un mayor gasto público.
En el mercado hubo quienes recordaron el discurso del mandatario hace exactamente un año en Madrid. «Estamos dispuestos a morir con las botas puestas. Es más, si tenemos a toda la política en contra, probablemente estamos haciendo algo bien», dijo entonces el jefe de Estado.
Hoy en día, esa opción encuentra algunas resistencias. Entre financistas e inversores son mayoría quienes piensan que la mejor alternativa sería una negociación entre el Ejecutivo y los gobernadores que asegure la gobernabilidad.
«Hoy importa más la gobernabilidad que un gasto adicional», dice el director de un banco de capital extranjero a iProfesional.
Riesgo país alto y un ojo en las reservas: ¿Javier Milei activa un «forzado» plan B?
Lo más trascendental de las últimas horas es que, con el nerviosismo en el mercado y el hundimiento de los precios de los activos, al Gobierno se le hará cuesta arriba la compra de reservas en el mercado. Al menos en el corto plazo.
Es muy probable que la oferta de divisas —durante un semestre de por sí «seco» de dólares— se repliegue del todo. Y solo quede la demanda, que encima viene en ascenso.
En este escenario, la baja del «riesgo país» quedaría postergada. El viernes volvió a quedar por encima de los 1.000 puntos, muy lejos de los 500 que el Gobierno necesita para ilusionarse con un refinanciamiento de los vencimientos de la deuda.
«Tampoco es tan fácil imaginar las fuentes de financiamiento si octubre no es sumamente exitoso para el Gobierno. La posibilidad de renovar los repos a 2028 (o emitir otros) no luce sencilla si el mercado querrá evitar comprar papeles con vencimiento en el próximo mandato», resumió el último informe de la consultora 1816.
Sin esa posibilidad de volver a los mercados, en la City y en Wall Street suponen que Milei tendrá la obligación de aplicar un plan de «vivir con lo nuestro» para evitar un default.
La «cuenta de almacenero» de la consultora indica que —de acá al final del mandato—, el Gobierno debería adquirir unos u$s500 millones mensuales. Si no lo hace, habría que sacarlo del propio ahorro de los argentinos.
La pregunta del millón: ¿a qué dólar?
Frente a este panorama, el último reporte de Miguel Kiguel luce inquietante: «El plan A ya no está, por lo menos, para los meses siguientes a la elección, y no queda claro cuál va a ser el mecanismo para acumular reservas si el riesgo país tarda en bajar. Desde el comienzo del programa, el talón de Aquiles fueron las dificultades para aumentar reservas».
«La gran pregunta es si el plan B será con o sin banda cambiaria», concluye ese informe.
Similar a la conclusión del último informe de la consultora 1816: «Con una demanda tan grande de divisas del Tesoro y/o del BCRA en el mercado de cambios, parece difícil que el tipo de cambio pueda mantenerse en términos reales en niveles parecidos a lo que es hoy el techo de la banda, si la elección de octubre no cambia fuerte la sensación política que quedó el último domingo».