Un hombre de 72 años irá a juicio acusado de abusar de su hija de 11 años

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Un hombre de 72 años llegará a juicio el lunes próximo acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado”, en perjuicio de su hija de 11 años, quien le contó a la madre de una amiga de la escuela los constantes ataques que sufría por parte del sujeto, con quien tuvo que ir a vivir tras ser abandonada por su madre. Desde la defensa del imputado aducen que hay serias fallas en la investigación llevada adelante por el fiscal Sosa y cuestionan, algunos detalles de la Cámara Gesell donde aseguran que hubo contradicciones y con sería concluyente.

El caso, que se ventilará los días 22 y 23 de septiembre en el Tribunal Oral Panal N°1, ocurrió en la casa del imputado desde el mes de noviembre y hasta la Navidad en diciembre de 2022, en el monoambiente que alquilaba, en el barrio 17 de Agosto de la capital correntina.

Según la acusación fiscal, el hombre aprovechó la situación de convivencia preexistente para efectuar tocamientos en las partes íntimas de la niña, debajo de la ropa y cuando dormía, según figura en el expediente elevado a juicio oral. Fueron al menos seis veces los ataques sufridos en la menor, todos de noche y amenazada.

Pero el relato más duro realizado por la niña fue de la última noche que sufrió el abuso de su padre. Según la víctima, escuchó cuando su padre entró a la única habitación que compartían, pero se hizo la dormida. Él comenzó a manosearla y besarla en sus partes íntimas y ella le dijo que no quería que lo haga. Luego se desnudó e hizo lo propio con la menor, quien seguía negándose. Ante esa situación, el sujeto la amenazó con dejarla en la calle junto a sus hermanas. Siempre según el relato que figura en el expediente, el hombre subió a la niña a su regazo y allí abusó de ella, aunque no existió acceso carnal, según confirmaron los médicos que la examinaron.

La menor le contó a una compañerita de la escuela lo sucedido y ella a su madre, quien fue la que denunció el hecho.

La defensa

El tiempo transcurrido entre la denuncia y las pericias médicas y aún peor la de Cámara Gesell que le realizaron a la víctima es lo que pone en tela de juicio el doctor abogado defensor Germán Andrés Giles Schmidt. Resaltó que “la causa es sumamente compleja. Hubo un sinnúmero de irregularidades, como por ejemplo haber hecho la pericia en Cámara Gesell poco más de siete meses después de la denuncia, cuando se comprobó que hubo contradicciones en el relato de la menor, quien habría dicho que durante uno de los abusos hubo acceso carnal, pero uno de los peritos médicos asegura que la niña no fue violada”.

El abogado también indicó, “que el informe de una de las psicólogas, como no lo pidieron la fiscalía y la querella, lo tuvimos que pedir nosotros en las preliminares, y en el mismo, la profesional dijo que el discurso de la niña no fue espontáneo. Todas estas cuestiones alimentan más dudas que certezas”.

Para Giles Schmidt, el principio de celeridad en la investigación no se cumplió cabalmente por parte de la fiscalía que incumplió con los protocolos que establece el nuevo código de procedimientos procesales, que “deben llevarse a cabo a la mayor brevedad, ni bien se denuncia el delito”, enfatizó.

La acusación

Por su parte, en su elevación a juicio el fiscal Pablo Sosa sostuvo que “está verificada la credibilidad del testimonio de la víctima, toda vez que presenta un discurso claro y coherente, y al relatar los hechos de atentado sexual, articula conceptos de modo, tiempo y lugar, de forma adecuada y coherente a sus vivencias”. Además y con referencia a los ataques sexuales, “la niña se expresó con lenguaje rico, encontrándose triste, seria y angustiada”, dijo el fiscal.

El sujeto denunciado fue acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante; agravado por el vínculo y por ser cometido contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma, de carácter continuado”.

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