En la calle Arroyo 807, la calle más parisina de Buenos Aires por su arquitectura francesa y su encanto característico, se inauguró la primera exposición del Espacio de Arte de la Fundación OSDE.
La muestra, llamada ASTERISMO*, integra cinco trabajos de los artistas ganadores de los Premios Regionales y el Premio Joven de la 5ta edición del Premio Argentino a las Artes Visuales, que tuvo lugar en 2023. Como en una constelación, cada uno aporta su propio destello. Los ganadores son oriundos de distintas partes del país: Valentín Asprella Lozano (La Plata), Samantha Ferro(Córdoba), Andrés Romero von Zeschau (Corrientes), Malen Otaño y Suyai Otaño(Neuquén) y Támara Goldenberg (Capital Federal).
A 20 años del Espacio de Arte de Fundación OSDE
Para Andrés Romero von Zeschau, fue “un gusto trabajar con las chicas de Fundación OSDE” y, además, les agradeció. Valentín Asprella Lozano también se sumó a los agradecimientos: “Fue super profesional y cálido trabajar con ellas”. Además, señaló que los premios son “un gran incentivo para generar imaginación y desarrollar el trabajo que nos interesa hacer a los artistas”.
Luego de unas palabras de Carolina Cuervo que estuvo a cargo del acompañamiento curatorial de los artistas, desde Fundación OSDE invitaron al público a recorrer la muestra y deleitarse con una degustación de vinos.a degustación de vinos.
Asterismo*, una muestra múltiple
Cada sala del edificio de Fundación OSDE tenía una exposición dedicada a los ganadores. Las propuestas eran distintas entre sí pero todas interpelaron al público.
«Desde Fundación OSDE realizamos diversas iniciativas que tienen que ver con el arte, la cultura y la salud. Creemos que el disfrute, la reflexión, la contemplación contribuye al bienestar integral de la población», señaló Carolina Cuervo, integrante del Espacio de Arte.
En la exposición de Valentín Asprella Lozano, artista y paisajista, aparece el testimonio poético entremezclado con el pensamiento pseudocientífico. Hay una búsqueda para abordar la complejidad socioambiental de nuestro tiempo. En sus obras, tubos de plástico parecieran darle suero a la naturaleza para evitar que se marchite.
Si hubiera que definir un tema, Asprella Lozano explica que sería: «la energía que circula a través de las formas. En la exposición hay fluidos expuestos, líquidos, hay otros circuitos de energía etérea, la energía que circula en las personas, en los seres vivos, en los paisajes donde suelo poner mi sensibilidad y mi atención».
Oriundo de La Plata, este premio significa mucho para él porque le da visibilidad y ayuda a que el trabajo del artista se presente de una manera seria. «Es una motivación que nos lanza hacia adelante y nos permite redondear un montón de cosas que por ahí uno tenía en proceso de taller», señala el artista.
En las obras de Samantha Ferro, la artista propone vincular los cambios de estado de la materia con creencias sobrenaturales y ciclos de transformación personal. Para ello, recurre a materiales en resina con plantas dentro, cadenas y telas.
«Trato temas vinculados al disciplinamiento corporal, a lo espiritual, a la religión, al consumo y a la moda. En esta ocasión, trabajé con resina, hierro, y telas. Algunas de las resinas tienen inclusiones naturales de flores y cenizas», detalla sobre sus distintas obras.
Para Ferro, el premio de Fundación OSDE no solo implica la posibilidad de mostrar su obra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde hay mucha circulación, sino también «un gran crecimiento personal».
El interés de Andrés Romero von Zeschau está en el almacenamiento inconsciente de imágenes a través de ladrillos puestos en el centro de una sala y dibujos de trabajadores. Las pinturas -de óleo sobre lienzo, carbonilla sobre papel y fresco sobre ladrillo- muestran imágenes alusivas a una vida obrera: aparecen andamios, caballetes, y tubos de fábricas.
«Alegorizan sobre la construcción de la imagen. Utilizo objetos ligados a la construcción porque me crié en un lugar donde abundaban los ladrillos y los materiales de construcción. Mi papá es albañil», cuenta Romero von Zeschau.
Todo premio es una alegría enorme y la posibilidad de expandir la llegada de una obra.
Por su parte, Tamara Goldenberg insiste en la fascinación por la fotografía y cómo su capacidad de preservar imágenes se enfrenta a la fragilidad y vulnerabilidad del patrimonio. Las fotografías que presenta y de alguna manera, revive en esta muestra surgen de un trabajo de investigación que la artista realiza en Río de Janeiro sobre el archivo fotográfico del Museo Nacional de Brasil que en 2018 sufrió un grave incendio. El fuego destruyó casi por completo una de las colecciones de antropología e historia natural más importantes de la región.
«Esta muestra trata del trabajo de archivo que hice en Río de Janeiro, hice unas retomas con esas fotografías pero añadiéndole una carga de sentido de acción. De alguna manera, muestro que ese archivo está vivo», explica Goldenberg sobre sus fotografías que capturan detalles de frutas e insectos.
Tras cruzar una telón, se puede observar la exposición de Malen Otaño y Suyai Otaño. La propuesta es imaginar política y afectivamente a partir de proyecciones con un gran impacto audiovisual. “La común amnesia” es una obra que forma parte de una trilogía de videoinstalaciones. Su primera parte ahora puede visitarse en el Espacio de Arte Fundación OSDE.
¿Qué temas explora la obra de estas hermanas? «Es una reflexión sobre las problemáticas territoriales como los incendios intencionales para negocios inmobiliarios y extractivos en la Patagonia. Los genocidios y el colapso medio ambiental. Es un llamado a destruir el “sálvese quien pueda”, alejarse del malestar de la vida neoliberal para construir otras formas de organización colectiva, politica y afectiva», responden.
Para ellas, el premio de Fundación OSDE fue «una puerta para continuar con nuestras investigaciones, proponiendo nuevas formas en nuestros proyectos». Fue el impulso para concretar estas piezas videinstalativas que presentaremos durante este año en Buenos Aires y otros lugares.