LA CGT ESPERA ALTA ADHESIÓN AL PARO GENERAL A PESAR DE LA NEGATIVA DE LA UTA

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(Pablo Roma, Gremiales) – En el siempre complejo entramado de las relaciones gremiales argentinas, la Confederación General del Trabajo (CGT) se prepara para una nueva muestra de fuerza contra el gobierno de Javier Milei, con un paro general convocado para el jueves 10 de abril que promete paralizar buena parte del país. Y aunque la Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió no adherir a la medida, desde la central obrera aseguran que la jornada tendrá un acatamiento masivo, fundamentalmente por la firme decisión de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) de garantizar la participación de todos los gremios del sector.

Lejos de restar impacto, la ausencia de la UTA parece haber reafirmado el compromiso del resto de los sindicatos del transporte, que bajo el paraguas de la CATT desplegarán su peso específico para asegurar el éxito de la protesta. Su titular, Juan Carlos Schmid, fue categórico: “Van a estar afectados todos los medios de transporte el jueves”.

La CATT, que agrupa a más de treinta sindicatos –desde ferroviarios y aeronáuticos hasta portuarios, marítimos y del transporte fluvial–, no sólo respaldó el paro general del jueves, sino que encabezará una movilización al Congreso Nacional el miércoles 9 de abril, desde las 13:30 en Av. de Mayo y 9 de Julio. Esa doble estrategia de presión y visibilidad posiciona a la Confederación como uno de los actores sindicales más relevantes del momento.

“Nos sobran razones para protestar contra este gobierno”, lanzó Schmid, quien también conduce la FeMPINRA, y denunció los intentos de limitar el derecho a huelga mediante “protocolos paupérrimos” de seguridad. “Nuestra área está golpeada por la desregulación de distintos sectores promovida por el gobierno de Javier Milei”, advirtió.

En ese tono, Schmid también se refirió a los operativos represivos en anteriores manifestaciones: “Nos sentimos aliviados si Patricia Bullrich no interviene, porque con sus dispositivos de seguridad muchos de nuestros compañeros fueron golpeados y gaseados. Parece que la ministra confía más en los bastones que en el diálogo”.

Por su parte, Juan Pablo Brey, secretario de Prensa de la CATT y referente de los aeronavegantes, remarcó: “El Gobierno tendrá que abrir los canales de diálogo o asumir que en democracia la protesta es tan válida como los resultados que obtuvo en las elecciones”.

Mientras tanto, la UTA, conducida por Roberto Fernández, optó por mantenerse al margen. Una decisión que no sorprendió a los demás gremios del transporte, dado el historial del sindicato en momentos clave. No obstante, distintas voces dentro de la UTA no descartan que algunas seccionales se sumen al paro por fuera de la decisión de la conducción nacional.

Desde la CGT, sin embargo, restan dramatismo. “El movimiento obrero es más grande que una sigla. Y la contundencia del paro del jueves lo va a demostrar”, deslizó un dirigente de peso en Azopardo 802.

Con los trenes, subtes, aviones, camiones y transporte fluvial paralizados por acción directa de la CATT, y con cientos de miles de trabajadores encolumnados detrás de la CGT, la protesta se perfila como una de las más importantes del año. Será una señal clara a un Gobierno que sigue priorizando el ajuste, mientras los gremios redoblan su apuesta en defensa del trabajo, los derechos y el poder adquisitivo. Aunque la UTA no esté, el paro va. Y va con fuerza.

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