Con casi el 80% de las actas escrutadas, el actual presidente se impone con el 56% de los votos frente al 43,9% de la heredera política de Correa, Luisa González.
Bajo un manto de gran incertidumbre y la amenaza de un estallido de violencia impulsado por el crimen organizado, los ecuatorianos votaron este domingo en un crucial balotaje por la continuidad del presidente Daniel Noboa o el regreso al correísmo representado por la candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González.
Los primeros resultados oficiales dan una amplia ventaja al actual mandatario: con casi el 80% de las mesas escrutadas, Noboa se impone con el 56% frente al 43,9% de su rival.
Las elecciones se realizaron sin grandes contratiempos, con denuncias aisladas y el arresto de 634 personas por distintos delitos u órdenes de captura vigente, según dijo el general Henry Tapia, comandante de la zona 9 de la Policía Nacional.
No es la primera vez que Noboa enfrentó a González. Fue el cuarto enfrentamiento electoral entre ambos. Los dos primeros en las elecciones de 2023 (salió segundo en el primer turno y le ganó en el balotaje) y el tercero ocurrió el 9 de febrero, cuando la derrotó con una escasísima diferencia de 16.746 votos (44,17% a 44%).
En varios centros electorales en distintos puntos de Quito, se vio una gran afluencia de votantes, en un clima de tranquilidad.
“Voto Correa”, dijo una mujer que atendía un local de comida al paso alrededor de un centro electoral en la parroquia de Pifo, en la zona rural de Quito. Varios seguidores del expresidente simplemente mencionaron su nombre para señalar su voto a Luisa González, heredera política del exmandatario exiliado en Bruselas.
Pero el voto a Noboa también estuvo presente en esa humilde parroquia quiteña. María, una vecina de la zona, dijo que había votado por el empresario para darle una nueva oportunidad y para que no vuelva “la corrupción” al país.
En otras zonas de clase media, el apoyo a Noboa era más claro, aunque la paridad que manejan los sondeos es absoluta. Desde ambos lados se difundieron encuestas en las que se atribuían el triunfo por dos a cuatro puntos.
Daniel Noboa va por la reelección
Daniel Noboa es considerado aún un outsider de la política ecuatoriana. Era un candidato del montón hasta pocas semanas antes de las elecciones de agosto de 2023 luego de la renuncia de Guillermo Lasso. Pero con un sprint final clave y un discurso antigrieta en un país sumamente polarizado, llegó segundo de González y ganó el balotaje dos meses después.
La irrupción de Noboa en la política fue sorpresiva. Llegó a la presidencia contra todo pronóstico y aglutinó el apoyo anticorreísta en el balotaje en el que derrotó a González de 2023. Su estilo entremezcla una imagen de “rambo” con un joven descontracturado. Así, se lo ve tanto trepado a un tanque de guerra con chaleco y casco antibalas para amenazar al crimen organizado, como vestido con ropa deportiva y cantando, guitarra acústica en mano, alguna canción de los Goo Goo Dolls.
Este domingo buscará ser reelecto por otros cuatro años. “Nada se resuelve en un año”, afirmó en campaña y aseguró: “Los narcos nunca se imaginaron que yo tenía los huevos para declararles la guerra”.
Luisa González, la heredera de Rafael Correa
El mayor capital de Luisa González es, como un paradójico oxímoron político, su más evidente debilidad. Es considerada la heredera de Rafael Correa, exiliado en Bélgica y condenado a ocho años por corrupción en 2020. Por un lado, este padrinazgo atrae un fuerte respaldo popular dentro de la llamada Revolución Ciudadana, pero al mismo tiempo la aleja de las clases medias y altas que miran con desconfianza a la izquierda y a un regreso al “populismo”.
En los últimos meses, la candidata intentó desmarcarse de la figura de Correa, con un discurso más independiente que mira hacia el futuro. Pero sus detractores intentan mostrarla como una mujer títere del expresidente.