La Selección Argentina tiene grandísimas figuras en el primer equipo, a donde muchos de ellos supieron transformarse en campeones del mundo y bicampeones de la Copa América. Entre los referentes principales aparece Leandro Paredes.
A medida que fue evolucionando el ciclo de Lionel Scaloni en la Albiceleste, su rendimiento e importancia en el plantel se volvieron cada vez más importantes. Paralelamente a lo que ocurre con Argentina, el volante se vio envuelto en una inesperada situación.
En el último mercado de pases en el país, Paredes y la gente de Boca estuvo muy ilusionada con su vuelta. Sin embargo, eso no ocurrió y el ex futbolista del Xeneize renovó su vínculo con la Roma, a donde estará ligado por un año más.
Y como un guiño para el club que lo vio nacer, Leandro puso como única cláusula que, en caso de llegar una oferta de Boca, que alcance 3.5 millones de euros, el club italiano tiene la obligación de aceptarla de forma directa.
Aunque en estas últimas horas, el futbolista decidió romper el silencio y ser tajante con sus palabras. Lo primero que reveló fue que estuvo a punto de volver al Xeneize, pero luego con la salida de su DT anterior y la llegada del nuevo, todo cambió.
LA INESPERADA CONFESIÓN DE LEANDRO PAREDES SOBRE BOCA
“Desde que llegué me sentí inmediatamente unido a esta camiseta. Es mi familia: dos de mis hijos nacieron aquí. Quería quedarme un año más para retribuir algo importante antes de volver a la Argentina”, explicó Paredes sobre su decisión de quedarse en Roma. Revelando detalles desconocidos, el futbolista agregó: “Con Juric (su ex DT en la Roma) hice todo lo posible para volver a Boca. Incluso Roma me dijo que si las cosas seguían así, podía empezar a buscar otro equipo”.
Pero afortunadamente para Leo, todo cambió con la llegada de Claudio Ranieri, de quien se acaba de confirmar que no seguirá en el elenco italiano: “Me dio fuerzas para seguir. La confianza de un técnico es lo más importante”.
De todas formas, a Paredes siempre le tira Boca y a la hora de explicar lo que significa, lo simplificó con un sentimiento en particular. “Es una pasión. Cada vez que hablo de Boca siento escalofríos. Hay que vivirlo para entenderlo“, sentenció Leandro.